Si bien deberá utilizar una pulsera electrónica y no alejarse de su hogar a más de 100 km, el excolaborador del fallecido fiscal Nisman, Diego Lagomarsino, está en la mira de la justicia y su situación dio un giro inesperado. Los oficiales que concurrieron hoy a su casa a colocarle la tobillera le dejaron, además, un instructivo con el dress-code que Comodoro Py considera como el más adecuado para una eventual detención. De esta manera, el técnico en informática ya está al tanto de las formas de vestir con las que podrá ser filmado al momento de emprender su viaje hacia las huestes del Servicio Penitenciario: talles, colores y estilos están perfectamente definidos en el manual que se le entregó esta tarde, y ya circularon algunas fotos de cómo se vería el perito en ese crucial instante. Un ejemplo de cómo la justicia del cambio controla hasta los detalles aparentemente más insignificantes.
