(Reconstrucción no oficial): la limpieza es profunda, irrigando suavemente la zona para lograr la disminución de la tensión y eliminar toda sustancia tóxica |
Al mismo tiempo, el máximo tribunal dispuso que Angel "El Poto" Ferrante, el preso experto en la terapia alternativa conocida como "terapia colónica" o "limpieza de cólon" asista espiritualmente a Grassi en sus primeros días en prisión. "Es una persona llena de tensiones, miedos y odios. Necesita desintoxicarse, que lo asistamos para abrirle el camino de la paz", dijo Ferrante mientras preparaba sus enseres en la celda de Batán desde la cual se hizo famoso en todo el mundo penitenciario "Hay que hacerle un tratamiento de shock. Está empecinado en negar la realidad, y eso es muy perjudicial. Espero poder capacitar a los demás presos del penal para que, cuando yo deba volver a mi celda, sigan con el tratamiento", expresó.
La ciudad se conmovió aquella mañana de 1988 en la que el mediático y ascendente coiffeur Christian Ríos Saralegui apareció muerto de 86 puñaladas en su atelier y hogar. Las evidencias apuntaban a su pareja, un casi adolescente regordete Angel Ferrante, quien huyó durante unos días hasta que fue cercado y capturado en Coronel Vidal. Condenado a perpetua, Ferrante volvió, tras los muros, a ejercer su profesión de experto en terapias alternativas. Sostuvo siempre que de esta manera se comprometía y ayudaba a los demás presos a alcanzar la paz que la cárcel no permite hallar. Pero cuando quiso ejercer su especialidad, la que practican muchos famosos en Hollywood, o figuras del prestigio de Claudio María Domínguez, la limpieza colónica o de cólon, las autoridades le negaron el ingreso al penal de todo su instrumental por creer que "afectaría la seguridad carcelaria". Así es que "El Poto" no se rindió y desarrolló una forma revolucionaria a nivel mundial de ejercer la limpieza colónica sin herramienta ni instrumento alguno. De esa manera, Ferrante, hoy devenido en un fornido moreno cuya imagen, cercana a la de un luchador de catch retirado, camufla la ternura y la buena voluntad que "El Poto" tiene en el fondo de su corazón, contribuyó a que miles de presos logren relajarse y hallar la paz soñada entremuros.
Angel Ferrante suele ser trasladado de penal en penal para llevar su mensaje de esperanza y capacitar a otros presos que, de esta manera, se transforman en verdaderos vectores de su felicidad. Según afirman, ni bien Grassi emita su grito liberador, el que todos los intervenidos por El Poto lanzan al sentir su energía, volverá a cumplir su pena en su celda de Batán. Quedará la obra de El Poto Ferrante, y seguramente cientos de presos, capacitados por él y con nuevos ánimos para encarar la vida, seguirán enseñándole el camino del amor al Cura Grassi.