El nuevo aspecto de la ciudad incluirá arreglos para agasajar a los extranjeros |
Desde su descanso en Chapadmalal, el presidente Alberto Fernández rechazó las críticas por haber autorizado el negocio petrolero en el mar frente a Mar del Plata. Fernández celebró "la nueva geografía" que ostentará la ciudad, en la que los noruegos bajarán de otros barcos para ir a comprar medialunas a Manolo, trayendo euros e inversiones a la Feliz. Fernández remarcó que la ciudad enfrenta el desafío de generar empleo e ingresar al mundo de los autos y colectivos eléctricos, y en eso "esta decisión es fundamental". El presidente sostuvo que el petróleo que saldrá de la costa marplatense "Podrá alimentar a la central 9 de Julio para que ésta pueda producir la electricidad con la que cargaremos los autos eléctricos que harán la ciudad más limpia y moderna". Y sostuvo que esta decisión es equitativa con la fauna, y ya no habrá sólamente pingüinos empetrolados, sino "peces, ballenas, y aves voladoras". Fernández aseguró que "cuando el marplatense compruebe que de la canilla sale petróleo, va a poder ir, venderlo y transformarse en un jeque". Y concluyó: "En un año vencí al patriarcado y ahora, a la desocupación".