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Los festejos tras
el éxito del paro |
Las repercusiones del paro del
10A continúan reproduciéndose en todos los ámbitos.
Hugo Moyano, acusado por el gobierno de hacer lo que se denominó un
paro político, respondió a las acusaciones:
"todo paro es político, y eso no tiene nada de malo: es algo que intenta que ciertas políticas cambien a favor de algunos sectores que se sienten perjudicados. Nosotros representamos a un amplio margen de cierta sociedad argentina, y en este paro sumamos garcas de todos los niveles". Sin embargo,
Moyano aseguró que sigue trabajando para aunar esfuerzos entre sus aliados, y lograr que mas sectores se sumen al reclamo, y auguró:
"nos apoyan sectores económicos, parte de la Iglesia, la clase media cacerolera... si conseguimos que nos apoyen abiertamente los milicos, vamos a lograr el primer paro 'cívico-militar-económico-eclesiástico' de nuestra historia. Si hasta nos apoya la izquierda, como en aquellos tiempos. Tal vez estemos cerca de aquello del primer presidente obrero y el primer vice que quema urnas. Total, ya tuvimos un vice traidor y otro que se quería quedar con la fábrica de billetes", aseguró entre las risas y el optimismo que denotaban el éxito de su medida. Y anunció que, en caso de ser presidente, va a investigar a los funcionarios kirchneristas sospechados de corrupción.
"Vamos a llegar al poder gracias a las primeras elecciones libres que habrá en este país, en las que los colectiveros van a ser libres de decidir si llevan o no a votar a los que les parezcan kirchneristas. 'Al enemigo, ni transporte', será nuestro lema". Por su parte,
Luis Barrionuevo agradeció a
"aquellos comunicadores" que permitieron que la difusión de sus exabruptos y sus escasas luces como algo pintoresco y deliciosamente humorístico permitiera esconder su condición autoritaria y mafiosa.
"Voy a ser la simpatía aparente del gobierno de Massa", advirtió.
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