Timorato, dudoso, cobarde, el llamado
"Frente para la Victoria" local suele nadar entre la bragueta de
Pulti y la de
Scioli con sorprendente disimulo y naturalidad. El kirchnerismo no sucedió en
Mar del Plata. Mas bien ha sido un
Nike-Feraldy sucursal de
Acción Marplatense, pero sin ejercer -al menos puertas hacia afuera- la adoración por
Aldrey Iglesias. Pero no sabemos qué harían si
Scioli les mandara apoyar un proyecto del
Gallego de Oro, como llaman en su tierra a este extranjero peligroso.
Simplemente, las líneas generales del partido comandado por
Kirchner primero y por
CFK después
"no bajaron" a la ciudad.
"No se dio",
"no se pudo",
"tuvimos que hacer alianzas", dicen algunos dirigentes, como si la concesionaria
Renault, con los mismos pretextos, siguiera vendiendo el
Renault 12.
Mas bien, la lealtad que dicen haber tenido que ejercer ante ciertas circunstancias, no afloró en otras.
Entre alianzas mas o menos fuertes con esa rémora neoliberal llamada
Pulti, el genuino peronismo marplatense prefirió, lento a la hora de mostrar reflejos, la obediencia a ciertos dirigentes y tragar sapos a presentar lucha en plena década kirchnerista. Con todo a favor, jugando de locales y con el público visitante muy lejos, eligieron callarse mientras el desempleo en la ciudad trepaba entre los mas altos del país.
Es como si, con el mismo administrador del consorcio, escucháramos como en el departamento de al lado descorchan champagne, mientras nosotros no tenemos para comer.
Nunca comprendieron que
Pulti era el aliado, y actuaron como si fueran ellos los que le pidieran la escupidera. Tal vez no por torpeza.
Conformado mas por duhaldistas recapados y soldados que, en la creencia de que eso es ejercer la lealtad peronista, bajan la cabeza a cualquier disparate, el kirchnerismo local dejó sus ideales ya no en la puerta de la
Municipalidad, sino estacionados en algún lugar de dónde se los llevó la grúa al depósito. Hoy, los miembros del
Frente para la Victoria de Pulti y Scioli, trabajan para quedar lo menos mal parados posible en 2015, y se golpean el pecho por su último logro: la aprobación de la policía comunal.
Entre la prensa que se emborracha con la espuma y cree que tomó cerveza, cae de madura una idea: fue un proyecto de
Scioli y no se discute mas, ni siquiera para ejercer la repregunta, que yace como
NN en el lejano
Cementerio Parque, al lado de la tumba del análisis y a pasos de la del pensamiento socrático. Pero ¿es el motonauta menemista una genuina expresión del kirchnerismo como para anteponerla a la mismísima dupla
Kirchner-CFK? Lejos de ser un estadista capaz de dar un discurso en la
ONU sin leer,
Scioli es tomado por muchos como el
Lúder del
Perón muerto, la forma que el
PJ tiene de saltar al menemismo que ciertos sectores reclaman pero mostrándole a la gente que tiene los ojos estrábicos.
El
Lúder del
Perón muerto era necesario con
Perón muerto. El kirchnerismo tiene aún a la
Presidenta, y es interesante ver qué rol va a asumir, o le dejarán asumir, una vez que deje de serlo. Aparentemente va a ser colgada en el desván de los recuerdos, al margen de todo daño que pueda causar a la imagen de ciertos dirigentes siempre atados a una banca.
A
Néstor Kirchner, sabemos, le hicieron un mausoleo lo suficientemente grande y pesado como para que no intente salir.
La
Presidenta Fernández de Kirchner dijo, en enero pasado:
"¿Para qué quieren la policía comunal algunos, para ser la guardia pretoriana de los intendentes?". Al aprobar el proyecto en el
Concejo Deliberante, se cagaron en eso y en los principios del llamado kirchnerismo. Se pusieron del lado de los vergonzosos
Berni y
Milani y repiten aquello de la firma de los decretos de aniquilamiento de la subversión. Lo venian anunciando durante la semana:
"Observo en Pulti una actitud de ponerse los pantalones largos", decía el concejal casinero
Rodríguez, como tomándole el pelo a la gente. Los pantalones largos de
Pulti consistieron en poner a la aprobación de la policía comunal en el rango de
"urgencia que no necesita de la negociación política", como si la política fuera en sí, mala. El
Frente para la Fellatio se terminó chupando eso. A esta altura,
Evita es una foto, una frase en un póster
Pagsa. Los principios, bien lejos. ¿La
Presidenta no insistió, o arrió silenciosamente las banderas? Bienvenidos a
Tegarcópolis, el parque de atracciones de garcas
K.
En ciudades pequeñas manejadas por unos pocos comerciantes poderosos que coimean concejales, en una como la nuestra en la que hay empresarios siempre sospechados de negocios turbios y en el que uno de ellos publica avisos de trata sin mosquearse y en la que los empresarios del transporte son capaces de reunir al
HCD cuando se les canta y en el burdel que elijan, la
Policía Comunal será una herramienta al servicio de esos poderosos. Los ciudadanos que no estemos de acuerdo vamos a terminar fusilados por la
Cruz Roja.
Más represión, eso.
A esta altura, creer que poniendo mas policía habrá menos inseguridad es, sencillamente, recibirse de pelotudo.
¿Alguien imagina a la
Policía Comunal haciendo efectivos alguno de los dos fallos judiciales que exigen cesar las obras de
Aldosivi en la
Reserva Puerto y que
Pulti y sus funcionarios han incumplido sistemáticamente pese a que los fallos se lo mandan?
El
kirchnerismo local termina patéticamente aliado a
Massa, a
Pulti, a su peor historia, y a la policía que mató a
Kosteki y
Santillán. Tener memoria es tener toda la memoria.
No es casual: su referente local,
Daniel Rodriguez, comparte con
Pulti al menos
una vergüenza: mientras el intendente le regaló a
Aldrey la exterminal para hacer un negocio privado,
Rodriguez, cuando era diputado,
fue el autor de la ley que le permitió a
Aldosivi destrozar la
Reserva Puerto. Dos espacios que eran de la gente y ahora no lo son. Menos
Mar del Plata para todos y todas.
Como
Pulti, Rodriguez también tuvo un andar sinuoso por la política.
Pulti, al menos, tendrá entre sus laureles, el haber tenido varias veces al peronismo a sus pies. Un sueño imposible para un dirigente tan menor, con el solo don de cierta ubicuidad.
Siempre las circunstancias, las urgencias, la cosa instantánea, justifican los votos positivos. La gente se jode para siempre.
"¿Qué podíamos hacer?", "No nos quedaba otra", no son explicaciones de dirigentes que sepan plantarse y mirar unos metros, nomás, mas adelante antes de culpar por todo a ese mito sobre el peronismo marplatense como una especie de
San Lorenzo incapaz de ganar una
Copa Libertadores. Parte del mito ya cayó. Ellos continúan alimentando el supuesto mito.
¿Qué podían hacer con un proyecto que mandó
Scioli? Haber aprendido del pasado para no quedar apretados por la urgencia, siempre que la aparición de la urgencia no sea una forma de hacer política.
Algunos dirigentes del kirchnerismo local tendrán que hacer cada vez más malabares para terminar explicando esto a tanto joven que ha empezado a militar en estos años en busca de otra realidad, y que a fuerza de que no le cierren los motivos expuestos, de cansarse de versos, se va a terminar yendo a agrupaciones que realmente velen por el pueblo. Tal vez estos pseudodirigentes terminen de la mejor manera, derrotados en internas por militantes mas dignos.
Mientras tanto, que esos cuantos no los olviden fácilmente.