Dicen que fue una
pieza maestra de la discusión: Claudio Morgado y
María Rachid dieron portazos, revolearon portalápices, sillas, carpetas, monitores, pero sin incurrir en
frases descalificantes ni discriminadoras, terminantemente prohibidas por su función. La Policía, que acudió al
INADI ante el llamado de los empleados encontraron en una oficina a
Rachid trepada a un escritorio, apoyando una de sus rodillas sobre el cuello de
Morgado, recostado a la fuerza sobre este elemento de trabajo, al tiempo que gritaba:
"-¡Vas a tener que dar explicaciones por cada peso que te gastes en el Instituto-!, mientras
Morgado, con un dejo de aliento alcanzaba a decir:
"-Tenés un carácter muy vehemente, ¡no estás resguardando el proyecto nacional y popular!-".
"-¡Mierda!, ¡Carajo!, pero que conste que lo digo como expresión, no como calficativo!!!-", vociferaba
Rachid. Los oficiales de la ley lograron sortear el golpe de una impresora y un perchero que
Morgado lanzó intentando zafar de tan incómoda posición sin entrar en el peligroso terreno de la degradación personal, finalmente lograron separarlos y cada uno concurrió a la comisaría a realizar las correspondientes denuncias. Desde el kirchnerismo no dudan en destacar el
"alto nivel" que tuvo la disputa, aunque no descartaron que frases como
"cetáceo maloliente",
"genuflexo de Gianola" o
"¡Nacional y Popular es ésta!" hubieran puesto un poco de condimento a la discusión sin incurrir en la degradación personal.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario