La delincuencia no se detiene. Cada día somos presa de desalmados sujetos que disponen de bienes y vidas a su antojo. Y en ese contexto, de declamadas "sensaciones de inseguridad", aparecen los jueces garantistas y los abogados sacapresos que hoy le han dado un nuevo golpe a la credibilidad del ciudadano. El acusado de lavar 24 millones de dólares, arregló con 10 millones de pesos su libertad y desde hoy, Francisco "Cacho" Pagano caminará por las mismas calles por las que circulamos los ciudadanos honestos.
Pagano está en la mira de la justicia norteamericana, que podría reclamar su extradición, por lo que la medida del juez Alejandro Castellanos podría generarle al país una incómoda situación diplomática que significaría que, sin duda, nos caímos del mundo.
La incomodidad social no se hizo esperar, y no son pocos los que reclaman que la policía ingrese compulsivamente en domicilios de la zona circundante a la calle Paunero, sobre la que denunciaron que existiría una zona liberada para eliminar a los peligrosos delincuentes que allí residen, gente que, gracias a privilegios, no trabajan, ni estudian, y se la pasan pensando en cómo delinquir.
Los abogados de Pagano manifestaron que la imagen del detenido se intentará limpiar a través de "una charla de amigos" en el programa de Franco, por la radio del sospechado, en la que tendrá la oportunidad de contar toda su verdad.
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