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Mar del Plata,
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sábado, 17 de marzo de 2018

El preso experto en la terapia alternativa conocida como "limpieza de cólon" ya atiende a Etchecolatz en Ezeiza

etchecolatz preso
(Imagen no confirmada)
Lo impulsa el amor a la humanidad, la necesidad de deponer toda actitud de destrucción y liberar la agresividad contenida: un ejemplo de cómo desde los peores infiernos puede llegarse a servir a la comunidad. El reconocido preso experto en la terapia alternativa conocida como "limpieza de cólon" ya llegó al penal de Ezeiza y se encuentra atendiendo con su mensaje de paz al represor Miguel Etchecolatz, informaron fuentes de la institución carcelaria. Y es que Angel "El Poto" Ferrante no le teme ni siquiera a los peores asesinos. Todos recordamos su caso, aquel muchachón regordete de poco más de veinte años que aquella madrugada de 1998 sembró un centenar de puñaladas en el cuerpo de su pareja, el mediático coiffeur Christian Díaz Saralegui en la maisón de peluquería que ambos regenteaban. Ferrante protagonizó una cinematográfica fuga y su captura tuvo altísimos niveles de rating. Condenado a perpetua en Batán, retomó en la cárcel su profesión de terapista alternativo. Pero cuando quiso prodigar aquella terapéutica denominada "extrusión colónica" o "limpieza de cólon", las autoridades de la cárcel no le permitieron el ingreso del instrumental necesario para llevarla a cabo. Ferrante, lejos de rendirse, desarrolló una técnica única en el mundo para realizar este procedimiento, que prescinde de todo instrumental. De inmediato su nombre se hizo desear: su técnica es reconocida en todo el mundo y él, lejos de enriquecerse con la misma, la practica con el sólo fin de que sus pacientes encuentren la paz y el equilibrio perdido, que se rehabiliten y apaguen su odio delictivo. Ha establecido equipos que siguen sus prácticas, y peregrina por todos los penales llevando su conocimiento y su amor por el prójimo. Al referirse al caso Etchecolatz, su voz flaqueó un tanto, ya que lo calificó como "difícil". "Los primeros días tendré que intervenir directa e intensivamente yo mismo, varias veces al día. Este señor precisa descargar tanta furia y la terapia colónica es la única que puede ayudarlo. Pero luego deberé dejar paso a mis colaboradores, para que Etchecolatz no vuelva a cargarse de energías negativas. Su cólon debe estar lleno de impurezas que hay que eliminar. Sus fibras rectales deben estar rígidas y comprimidas, y es necesario remover esas tensiones, obturar el paso de los efluvios dañinos, liberar tensiones internas. Más tarde vendrán los que estén haciendo las residencias de capacitación colónica en este penal, y los que quieran iniciarse presenciando un caso emblemático. Calculo que unas cien personas deberán asistirme día y noche en torno al cólon de este pobre señor antes de que yo deba regresar a Batán, donde cada día enfrentamos una realidad social cada vez más dura. Pero dejaré un equipo que continuará la terapia sin descanso", expresó esperanzado. Ferrante, que ha moldeado cada músculo de su cuerpo de modo que su figura hoy se asemeja a la de un exluchador de catch, no quiere admitir que cuando el paciente recibe la relajación y la liberación colónica, emite un grito sordo, pero prolongado y constante. Lo reconoce guiñando un ojo. "Para nosotros lo importante es que el paciente alcance su paz personal. Si hay grito o no, no importa, pero por supuesto que nos gustan todas las formas de agradecimiento". El Poto Ferrante, para quienes no creen que la cárcel rehabilita y genera personas útiles para la sociedad.