Como en muchas ciudades de Europa, la fauna autóctona comenzó a adueñarse de las vacías calles marplatenses: se comieron dos caniches toy

Un sector de La Perla, hoy, plagado de animales salvajes

Desde que el ser humano parece haber abandonado las ciudades europeas, la fauna autóctona se ha adueñado de los espacios que hoy lucen vacíos. Los canales de Venecia lucen mucho más cristalinos que hace unas semanas, mientras que delfines y cisnes recorren sus aguas. Por las calles catalanas, jabalíes y zorros planean reeditar viejas disputas, mientras que cachorros de lobos pasean por los alrededores de París buscando algo de basura para comer.
Mar del Plata no es menos que estas ciudades y desde hoy, varias calles costeras lucen su fauna típica. Los animales salieron de sus paleocuevas y simpáticos gliptodontes, altivas macrauquenias, sólidos mastodontes se dedicaron a pasear por nuestras calles. A la altura de La Perla, un megaterio parece haberse adueñado de las escalinatas, mientras que otro roe árboles y tachos de basura. Un temible Llallawawis scagliai, ave corredora carnívora asediaba a unos paseantes que no respetaban la cuarentena, mientras que los smilodones o tigres dientes de sable planeaban una cacería a los perros de la calle. Precisamente, el único incidente se produjo cuando los dos caniches toy blancos que eran paseados por la Avenida Libertad casi a la altura de Independencia por una pareja de ancianos que había desoído las disposiciones del gobierno nacional sobre el aislamiento, fueron alcanzados por uno de estos temibles tigres y entre éste y otro felino similar más, se engulleron los caniches en minutos, para terror de sus dueños que corrieron a refugiarse en su departamento. Miembros del staff del Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia que queda a pocos metros de donde todo esto ocurría, observaron a los animales y se mostraron satisfechos. Segun dijeron, esperan que al final de la pandemia se preserven los ambientes para que los animales continúen visitándonos diariamente. Una atractivo más para una Mar del Plata que viene necesitando el ingreso por turismo que estas bestias podrían otorgarle.