Así, estos falsos austríacos recibieron al virus a la entrada del pueblo. |
Pero allí se gestó un experimento mayor, que fue engañar al virus. Un grupo de vecinos que hablan fluidamente el alemán y conocen las tradiciones austríacas, se vistieron como si fueran un grupo folclórico tirolés y comenzaron a cantar antiguos sones regionales a la entrada del pueblo, y hay quienes afirman que alguno se animó a levantar un brazo y gritar "Heil". Al llegar el grueso del virus, lo que vieron las patitas oculares del covid no fue a la desguarnecida y fácil Italia, sino a la próspera y temida Austria, y prefirió no atacar. El virus se desvió en búsqueda de pueblos austríacos más grandes y Starkeswasser, como se rebautizó al pueblo quedó a salvo de momento.
Entre las personas aisladas de Acquaforte, cerca de la mitad desarrolló la enfermedad y fueron nuevamente aislados, y así sucesivamente hasta eliminar todos los casos. Todos en el pueblo visten indumentaria tirolesa y se fingen austríacos. El experimento planea ampliarse: "Si llegamos a tener nuevos casos, le vamos a cargar las cifras a Austria", aseguró el alcalde.